SIMPOSIO MISIONERO: IMPULSO JOVEN PARA LA EVANGELIZACIÓN

29.04.2024

El sábado 27 se realizó el 4to. Simposio Misionero en Montevideo, con participantes de todas las Diócesis del país. El Obispo Martín, P. César y P. Gilmar acompañaron a la Infancia y Adolescencia Misioneras de Florida y Durazno con su referente María Ortega.

En la mañana el P. Gabriel de Obras Misionales Pontificias y el Obispo Fabián de San José animaron a los presentes para participar activamente en la jornada y los impulsaron a ser "Iglesia en salida" hacia las periferias. Luego la catequista Mónica Gómez , que utiliza el lenguaje y formato de los títeres para anunciar el Evangelio, realizó una performance que recorrió la historia de la salvación. Sobre sus aportes en nuestro Diócesis informaremos esta semana.

El obispo Lasarte, titular de Luena en Angola produjo tres videos en el Triduo Pascual para participar, digitalmente, con su testimonio de entrega misionera en esas tierras desde 1990. Su alegría, aún en medio de sufrir la malaria, es el fruto del Espíritu que anima a la misión y nos motivó a todos los presentes. La presentación de los videos la hizo el P. "Cholo", salesiano del Instituto Paiva en Sarandí del Yí.

Siguieron testimonios en la mañana, talleres en la tarde y la celebración de la Santa Misa.

Este encuentro nacional, con presencia de muchos jóvenes y adolescentes de todo el país, es una invitación a todos los bautizados a ser misioneros, evangelizadores, donde estemos y desde nuestras posibilidades. "La alegría del Evangelio", es una exhortación apostólica del Papa Francisco, apenas iniciado su pontificado, que invitamos a releer en esta Pascua.

"En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones. La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros». Si no nos convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). La samaritana, apenas salió de su diálogo con Jesús, se convirtió en misionera, y muchos samaritanos creyeron en Jesús «por la palabra de la mujer» (Jn 4,39). También san Pablo, a partir de su encuentro con Jesucristo, «enseguida se puso a predicar que Jesús era el Hijo de Dios» (Hch 9,20). ¿A qué esperamos nosotros? "