EL MEJOR SERVICIO DE UN CRISTIANO ES LLEVAR A OTROS A "VER" A JESÚS

El Obispo celebró el V Domingo de la Cuaresma en la Catedral. Al inicio de la homilía invitó a los presentes a recordar el camino de este tiempo de conversión según los evangelios de cada Domingo. El primero habló de las tentaciones de Jesús en el desierto; el segundo de la transfiguración; el tercero de la purificación del Templo y el cuarto de la conversación con Nicodemo en la noche. Así llegamos al Evangelio de este Domingo, en que unos paganos quieren ver a Jesús y le piden a Felipe que los acerque.

El camino que iniciamos nos pone frente a nuestra condición de pecadores para que confiemos en la misericordia de Dios y nos esforcemos en la conversión personal y comunitaria. En el paso siguiente nos cuestionamos (a la luz de la Transfiguración) cuál es la imagen de Dios que tenemos hoy y cómo ha variado a lo largo del itinerario de nuestra vida espiritual. La dinámica pascual se integra en la vida de los cristianos al dejar de lado nuestros caprichos y egoísmos y aprender a mirar alrededor, al inocente que sufre. "Jesús transforma nuestro corazón y nuestra mirada del mundo, nos ayuda, también en este tiempo a que vayamos cambiando" afirmó. 

El estilo de vida cristiano es solidario con el que sufre y llevar a otros a "ver" (creer) a Jesús es el mejor servicio que podemos prestar en nuestra misión: ser luz, dejarse iluminar para dar luz a otros. "Exige conversión, salir del propio egoísmo, mirar alrededor para preparar la ya cercana Pascua y que nos encuentre más transformados, abiertos y con esperanza."