ÉSTE ES EL ÁRBOL DE LA CRUZ, DONDE ESTUVO SUSPENDIDA LA SALVACIÓN DEL MUNDO

La celebración de la Pasión del Señor nos hizo mirar la cruz y quedar en silencio. No hay palabras ni pensamientos ni cantos que puedan expresar el misterio del anonadamiento de Jesús, obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por nosotros, por mi, por vos, por aquel, por los que ya no están, por los que nos sucederán. Silencio, oración, agradecimiento y oído abierto a sus palabras de misericordia y atención especial a los más pobres, marginados, leprosos de nuestro tiempo, porque de ellos es el Reino.

Oh cruz fiel, entre todos el único árbol noble: 

ningún bosque produce otro similar en hojas, flores, ni en frutos. 

Dulce es el leño, dulces los clavos, dulce el peso que sostiene.