CARDENAL STURLA: "LA ALEGRÍA DE PERTENECER A LA IGLESIA"

El Cardenal Sturla presidió la Misa en la Solemnidad de la Virgen de los Treinta y Tres acompañado por unas 6 mil personas venidas de todo el país.
Con un mensaje centrado en la alegría de la fe, el prelado destacó el papel de María en la vida del pueblo uruguayo y la profunda raíz cristiana de la patria.
Durante la homilía, el Cardenal Sturla expresó su gratitud por participar en la celebración y compartió la alegría que —según dijo— "brota del gozo de creer". A partir del Evangelio de la Visitación, subrayó que la felicidad de la fe "es tocar con las manos y ver con los ojos la presencia viva de Dios", y afirmó que la Iglesia en Uruguay es "una iglesia feliz, templo santo construido con piedras vivas sobre el cimiento de los apóstoles".
Recordando su reciente participación en el cónclave y la emoción de la Iglesia universal al recibir un nuevo Papa, el Cardenal vinculó esa experiencia con la vivencia de fe del pueblo uruguayo reunido en torno a la Virgen de los Treinta y Tres, "la pura y limpia, la elegida, la agraciada".
Sturla repasó la profunda impronta mariana en la geografía nacional, evocando nombres de pueblos y santuarios que llevan la huella de María desde los primeros tiempos de la evangelización. "Esta tierra está bendecida por la presencia de la Virgen desde hace más de quinientos años", señaló, destacando cómo la pequeña imagen guaraní de la Virgen se convirtió, con el paso del tiempo, en el símbolo espiritual de la independencia nacional.
"Florida es como la pila bautismal de la patria", expresó, recordando que en ese mismo lugar los representantes del pueblo oriental proclamaron la independencia, poniendo la bandera a los pies de la Virgen. En ese gesto, dijo, "la Iglesia fue partera de la patria oriental".
En la parte final de su mensaje, el Cardenal llamó a defender "la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte", utilizando la imagen de los robles de raíces profundas como símbolo de una fe que perdura. Invitó a los fieles a volver a sus hogares con el corazón agradecido, llevando a María a sus casas como el discípulo amado la recibió junto a la cruz.
"Queremos que nuestra patria esté marcada por la presencia de María, signo de la victoria de Cristo, victoria de la vida sobre la muerte", concluyó.
Para escuchar al Cardenal:
