EL HIJO DE DIOS ENTRÓ EN EL DOLOR DE LOS HOMBRES

"En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos."Jr 31, 15
El Papa Francisco nos explica:
"… este texto de Jeremías es retomado más tarde por el evangelista Mateo y aplicado en la matanza de los inocentes (cf 2, 16-18). Un texto que nos pone ante la tragedia de la matanza de seres humanos indefensos, ante el horror del poder que desprecia y suprime la vida. Los niños de Belén murieron a causa de Jesús. Y Él, Cordero inocente, habría muerto después, a su vez, por todos nosotros. El Hijo de Dios entró en el dolor de los hombres. Es necesario no olvidar esto. (…) Solamente mirando el amor de Dios que da a su Hijo el cual ofrece su vida por nosotros, puede indicar algún camino de consolación. Y por esto decimos que el Hijo de Dios ha entrado en el dolor de los hombres; ha compartido y ha acogido la muerte; su Palabra es definitivamente palabra de consolación, porque nace del llanto.
Y sobre la cruz será Él, el Hijo moribundo, quien done una nueva fecundidad a su madre, dejándola en manos del discípulo Juan y haciéndola madre del pueblo de los creyentes. La muerte ha sido vencida, y así llega al cumplimiento de la profecía de Jeremías. También las lágrimas de María, como las de Raquel, han generado esperanza y nueva vida." (Audiencia general, 4 enero 2017)