El Obispo: “La Virgen de los Treinta y Tres nos recuerda la mirada del Concilio: una Iglesia solidaria con la humanidad”

En la solemnidad de la Virgen de los Treinta y Tres, Mons. Martín evocó el gesto de los patriotas que, llenos de esperanza, acudieron a la Madre buscando fortaleza para alcanzar la libertad. Aquel acto, señaló, selló una unión íntima entre la fe y la vida del pueblo, recordándonos que Dios no anula ni somete, sino que garantiza la verdadera libertad.
El Obispo destacó que esta imagen de María continúa invitando a "dejarnos mirar por Dios", para reconocer su amor, agradecerlo y asumir el compromiso con la historia concreta de nuestros pueblos. En ese sentido, recordó las palabras del Concilio Vaticano II: "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son también los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo".
Mons. Martín subrayó que el Concilio inspira una Iglesia que se siente íntima y realmente solidaria del género humano, y que nada verdaderamente humano le es ajeno. Por eso, señaló, celebrar a María de los Treinta y Tres es renovar el llamado a acompañar a los más frágiles, defender la dignidad de cada persona y mantener viva la esperanza en medio de los desafíos actuales.
"Hoy nos toca a nosotros aportar la mirada de Jesús que ilumine los acontecimientos y las decisiones —dijo—, para que cada uno, desde su lugar, ponga lo mejor de sí en la construcción de una sociedad más justa y fraterna".
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