El Papa León XIV pide proteger la dignidad infantil ante la inteligencia artificial

13.11.2025

Al recibir a expertos y educadores reunidos en el Vaticano, el Papa León XIV advirtió sobre los riesgos éticos y educativos que plantea la inteligencia artificial para los niños y adolescentes, y llamó a fortalecer la responsabilidad de los adultos y las políticas públicas para garantizar que la tecnología sirva siempre a la dignidad humana.

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

En su encuentro con los participantes de la conferencia "La dignidad de los niños y adolescentes en la era de la inteligencia artificial", el Papa León XIV les advirtió sobre los riesgos que la tecnología puede representar para los menores y exhortó a una acción conjunta de padres, educadores, gobiernos y comunidades para garantizar su bienestar y su desarrollo integral.

"El uso de la inteligencia artificial plantea importantes cuestiones éticas", señaló el Pontífice, subrayando la vulnerabilidad de los jóvenes frente a los algoritmos capaces de influir en sus decisiones y preferencias.

"Los niños y adolescentes son particularmente vulnerables a la manipulación mediante algoritmos de inteligencia artificial que pueden influir en sus decisiones y preferencias. Es esencial que padres y educadores sean conscientes de estas dinámicas, y que se desarrollen herramientas para orientar y acompañar la interacción de los jóvenes con la tecnología."

León XIV insistió en la responsabilidad de los adultos, a quienes definió como "artesanos de la educación", y en la necesidad de promover una "educación digital" que forme a los menores en el uso responsable de las nuevas tecnologías.

Asimismo, el Papa instó a los gobiernos y organismos internacionales a actualizar las leyes de protección de datos y a establecer normas éticas para el desarrollo de la inteligencia artificial, de modo que ésta sea "una aliada y no una amenaza" para el crecimiento de las nuevas generaciones.

"Es importante redactar y aplicar directrices éticas, pero eso no basta. Se necesitan esfuerzos educativos constantes, cotidianos, realizados por adultos formados y apoyados en redes de colaboración. Este proceso implica comprender los riesgos que tanto el uso de la inteligencia artificial como el acceso digital prematuro, ilimitado y sin supervisión pueden representar para las relaciones y el desarrollo de los jóvenes."

Solo participando en el descubrimiento de esos riesgos y de sus efectos sobre la vida personal y social de los menores, dijo por último, se podrá ayudarlos a acercarse al mundo digital como un medio para fortalecer su capacidad de tomar decisiones responsables, para sí mismos y para los demás.