P. ERICO DESCANSA EN PAZ

Ayer fue la misa exequial en San José de Hersberg y el entierro en el cementerio de la comunidad palotina de esa localidad. Mañana en la Parroquia del Carmen de la ciudad de Durazno celebrarán la Eucaristía para agradecer por su fecundo ministerio en esta Diócesis.
El P. Erico Fecher nació el 11 de agosto de 1942 en Niedernberg, Alemania como segundo hijo de la familia Fecher. Erico hablaba poco de su niñez en la casa paterna, porque recordaba con dolor, que, a pesar de que su padre había caído en el frente de batalla en Rusia días antes, el Burgermeister (Alcalde del lugar) había esperado hasta el mismo día de Navidad para comunicar a su madre el fallecimiento de su esposo. Poco tiempo después, su madre falleció de una enfermedad terminal, dejando huérfanos a Érico y a su hermana Adelinde, diez años mayor. Si de su casa paterna hablaba poco, mucho lo hacía refiriéndose con mucha admiración y cariño a la familia de Rita y Albin Klement, quienes, sin tener descendencia propia y habiendo sido vecinos de la familia Fecher en un Bauernhof, reaccionaron inmediatamente ante la orfandad de los niños vecinos, recogiéndolos en su propia casa. El amor y el cariño que Érico y su hermana recibieron en casa de la familia Klement fue objeto constante de reconocimiento y agradecimiento.
Muy temprano ingresó al Bischoefliche Knabenseminar (Seminario diocesano) en Mittelberg/Main. Erico conoció a los Palotinos a través de la revista KA, que distribuía la familia Klement en Niedernberg, por lo que el 9 de setiembre de 1960 no tuvo dudas de ingresar a la escuela de Hersberg, donde obtuvo el bachillerato el 13 de marzo de 1963. A partir de esa fecha Erico siguió el camino de la vida religiosa en la comunidad de los Padres Palotinos, ingresando al Noviciado en Untermerzbach/Unterfranken, donde el día 12 mayo 1963 recibió el hábito palotino y el 01 mayo 1965 realizó su profesión religiosa para luego continuar los estudios de Teología en Vallendar, donde fue ordenado Diácono el 12 enero de 1969. El sacerdocio lo obtuvo el 6 de julio de 1969 de Mons. Josef Stimpfle en Augsburg.
A Uruguay llegó con otros dos neo-sacerdotes españoles el día 8 de marzo de 1970. Desde el inicio hasta los últimos meses del año 2023 el P. Erico se dedicó totalmente a la pastoral parroquial llegando como capellán primero a la parroquia San José de Florida y encargado de la Capilla del Pueblo La Cruz, y luego a su querida ciudad de Durazno, donde en noviembre 1972 fue nombrado párroco de la parroquia Nuestra Sra. Del Carmen. Su tarea pastoral se destacó por tres prioridades constantes: el interés por la solemnidad y belleza litúrgica, el acompañamiento y ayuda a los necesitados y la preocupación por las vocaciones sacerdotales. Esta última prioridad lo llevó a asumir en Montevideo la formación de los candidatos y seminaristas desde 1991 hasta el año 2000, en el que regresó a la tarea parroquial como párroco, primero a la parroquia San José de Florida y luego, en el año 2003, nuevamente a su querida ciudad de Durazno. No obstante, y a pesar de tanto cariño que recibía en esta ciudad, en el año 2011 abrazó un nuevo desafío, asumió la parroquia Nuestra Sra. Del Pilar de Sarandí Grande, donde también se destacó por el celo pastoral.
Paralelamente en lo interno de la comunidad regional palotina de Uruguay, el P. Érico integró por varios períodos el Consejo Regional de su comunidad sacerdotal, siendo Rector Regional de la misma desde el año 1987 a 1995 y nuevamente desde enero 2002 a diciembre 2004.
Si bien el P. Fecher gozó siempre de mucha salud, en los últimos dos años comenzó a ser consciente de su creciente pérdida de memoria, lo que seguro le afligía, aunque no le llegaba a afectar su carácter alegre y jovial. No obstante, en el año 2023, a efectos de liberarlo de responsabilidades pastorales, el Consejo Regional decidió trasladarlo junto a otro cohermano a la ciudad de Durazno en donde contaba con centenares de personas que le apreciaban y le manifestaban cariño y, al mismo tiempo, debido al progreso de una eventual demencia, le ofreció realizar un último viaje a Alemania para encontrarse en Aschaffenburg con sus sobrinas y otras personas muy queridas que le expresaban cariño y deseos de acompañarlo. Ese viaje lo impulsó a tomar una opción difícil: retornar definitivamente a Alemania para permanecer hasta el final de sus días. La decisión la adoptó luego de una consulta con el Dr. en Neurología que le atendió, llegó a expresar: "todavía estoy a tiempo de decidir mi futuro antes de que otros lo tengan que hacer por mi". Por su parte, el Provincial de los palotinos de Alemania ofreció a la Región uruguaya su disponibilidad para recibir al P. Érico de regreso a su patria. Finalmente retornó a Alemania el día 6 de enero 2025. Su enfermedad se había ido incrementando. El primer día de regreso a Hersberg (hogar para sacerdotes mayores) quiso realizar un paseo por el jardín que recordaba como la primera casa que integró como Palotino y expresó su conformidad con la decisión tomada.
La comunidad regional agradece al Señor por la larga presencia del P. Erico Fecher en Uruguay, por sus servicios pastorales. El P. Erico nos enseñó con su testimonio de vida y entrega generosa ser un sacerdote empapado de Dios y al mismo tiempo abrazado a la realidad que en cada momento y lugar le tocó vivir, ayudar y guiar.
En Uruguay, junto a los miembros de la comunidad palotina muchas personas y familias sienten con dolor la muerte del P. Érico y agradecen al Señor por su vida en Uruguay confiados en que Él lo recibirá en el Reino sobre el cual P. Erico tantas veces lleno de esperanza predicó entre nosotros.
Falleció en Alemania el 28 de junio de 2025. QEPD