PEREGRINACIÓN Y ENCUENTRO CON LEÓN XIV DE LAS FRANCISCANAS DE MADRE CARMEN

La Hermana Fe saluda al Papa León XIV en la peregrinación de las franciscanas de Madre Carmen
Compartimos el relato que nos acercó la Hermana Fe:
La peregrinación a Italia/Roma ha sido el broche de oro de todas las peregrinaciones que he realizado en mi vida religiosa. Estoy profundamente agradecida en primer lugar a Dios dador de todo y a la Congregación que hizo posible que estuviéramos en los lugares que lleva nuestra historia como Franciscanas. Me gustaría destacar la excelente planificación de parte de la congregación ya que todo estaba muy bien organizado sin descuidar nuestro espíritu de oración. A través de las visitas a los diferentes lugares iré detallando cada día y la experiencia tan emotiva para mi vida espiritual.
Visita a Fonte Colombo y Greccio
Este lugar evoca acontecimientos importantes de la vida de Francisco. Es un lugar solitario lleno de "riqueza" en cuando a lo espiritual. Al ver las puertas tan estrechas, humildes y sencillas en mi interior me preguntaba ¿soy sencilla? El hecho de vivir sin nada propio de nuestro padre San Francisco, ¿qué me dice aquí y ahora? Estos fueron las preguntas que pasaban por mi mente al ver este lugar tan solitario que permite, a quien lo busca, descubrir el mensaje que se esconde detrás de la naturaleza y de las cosas simples.
No obstante, Greccio una aldea que fue otro lugar tan significativo donde san Francisco realizó su primer Belén viviente, una idea que cambió para siempre la Navidad. Allí encontramos las celdas de distintos frailes como San Buenaventura, Fray Ruffino, Fray León etc. Estas habitaciones cuentan con una puerta estrecha y baja que obliga a inclinarse al entrar. En medio de mis comodidades me preguntaba, ¿para quién me inclino? SOLO TÚ SEÑOR.
La Verna
Otro lugar que me sorprendió siendo muy significativo para San Francisco y donde solía ir a menudo. Aquí fue donde nuestro padre San Francisco recibió las llagas de Cristo. Un sello que a pocas personas se les ha concedido.
Como devota de san Antonio tuve la dicha de entrar en la celda sencilla del santo algo que para mí fue inexplicable. Solamente puedo decir que es Dios quien sabe la alegría que sentí en mi corazón. Esta celda se encontraba muy cerca de donde nuestro padre recibió las llagas.
Asís
No fue menos en Asís ya que nos encontramos en la ciudad natal de San Francisco. Asís, lugar que cada persona que profesa la espiritualidad Franciscana debe conocer. El hecho de pisar a Asís fue para mí un sueño cumplido. Me emocioné porque no acababa de creer que por fin había podido pisar esta santa tierra.
Pudimos ver también a Santa Clara y su vocación transformadora, y al Beato Carlo Acutis con su capacidad de impactar en la vida de quienes le rodeaban a través de pequeños detalles, de estos dos santos me mostraron la gran variedad de caminos que tengo para vivir una vida sencilla y significativa.
Vaticano
Además de todo lo mencionado con anterioridad tuve la dicha de conocer las cuatro grandes Basílicas en persona, San Pedro en el Vaticano, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor allí pudimos ganar el jubileo y pasar en la puerta santa de cada una de las Basílicas. En estas Iglesias pude entender la importancia de vivir la fe en comunidad y también el poder de la Iglesia cuando se vive como un cuerpo unido. Pude entender bien que la fe es algo bonito si se vive y se comparte. Tantas personas que encontrábamos desde diferentes puntos del mundo era señal de que estábamos pisando lugares santos. Era claro que todas las personas que se encontraban en estos lugares sentían y experimentaban la presencia trasformadora de Dios.
Nuestro encuentro con el papa León xiv
La fe es caminar con Jesús. Es un camino que dura toda la vida. Al encontrarnos con el Santo Padre, tuve mezcla de emociones, no sabía qué hacer llorar, reír, gritar etc. En un momento pensé que estaba soñando no era real, pero algo en mí me decía tranquila los momentos de Dios son los mejores y ya es su momento. Siempre tuve deseos de ir a Roma pero este día pude decir como el anciano Simeón, "Ahora Señor según tu promesa puedes dejar a tu siervo ir en paz…"
El Papa nos habló de que Dios es quien puede saciar si tenemos hambre de pan él es el pan y si tenemos sed él es el agua y si estamos en las tinieblas él es luz. Estas palabras entre otras fueron de aliento en mi vocación ya que entre los ajetreos diarios a veces me desanimo y me vengo abajo pero me da la certeza de que en cualquier circunstancia Dios está conmigo ya que soy suya.
Señor, quiero darte un millón de gracias por concederme este tiempo de gracia, cultivar nuestra espiritualidad, renovar mi fe y la fidelidad a la Iglesia ante la tumba de san Pedro y volver a nuestras raíces como Franciscana. Gracias, gracias, simplemente gracias.