Tema de la Jornada de las Comunicaciones 2026: Preservar las voces y rostros humanos

29.09.2025

El Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede publica el tema para la LX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2026: Preservar voces y rostros humanos

En los ecosistemas comunicativos actuales, la tecnología influye en las interacciones como nunca antes: desde los algoritmos que seleccionan los contenidos en los feeds de noticias hasta la inteligencia artificial que redacta textos y conversaciones completas. La humanidad hoy tiene posibilidades impensables hace solo unos años. Pero, aunque estas herramientas ofrecen eficiencia y alcance, no pueden reemplazar las capacidades exclusivamente humanas de empatía, ética y responsabilidad moral. La comunicación pública requiere juicio humano, no solo patrones de datos. El desafío es garantizar que sea la humanidad la que siga siendo el agente guía. El futuro de la comunicación debe ser uno donde las máquinas sean herramientas al servicio y a la conexión de la vida humana, y no fuerzas que erosionen la voz humana.

Tenemos grandes oportunidades. Al mismo tiempo, los riesgos son reales. La inteligencia artificial puede generar contenidos atractivos pero engañosos, manipulativos y dañinos, replicar prejuicios y estereotipos presentes en los datos de entrenamiento, y amplificar la desinformación mediante la simulación de voces y rostros humanos. También puede invadir la privacidad y la intimidad de las personas sin su consentimiento. Una dependencia excesiva de la IA debilita el pensamiento crítico y las habilidades creativas, mientras que el control monopolístico de estos sistemas genera preocupaciones sobre la centralización del poder y las desigualdades.

Es urgente introducir la alfabetización mediática en los sistemas educativos, e incluso la alfabetización en Medios e Inteligencia Artificial (MAIL). Como católicos, podemos y debemos dar nuestra contribución, para que las personas – especialmente los jóvenes – adquieran la capacidad de pensar críticamente y crezcan en la libertad del espíritu.

*Comunicado del Dicasterio para la Comunicación