UNA COMUNIDAD VIVA QUE CELEBRA Y ESPERA CON ALEGRÍA

En el Domingo Gaudete, Mons. Martín visitó la comunidad de Fray Marcos, donde celebró la Eucaristía, acompañó la segunda Comunión de varios niños y administró el sacramento de la Confirmación a Abril, en un clima de fe, gratitud y esperanza compartida.
En el marco del III Domingo de Adviento, conocido como Domingo Gaudete, Mons. Martín visitó la comunidad parroquial de Fray Marcos para presidir la celebración eucarística y compartir un momento significativo en la vida pastoral de la localidad.
Durante la misa, marcada por la invitación a la alegría cristiana, el Obispo recordó que la fe no elimina las dificultades ni las preguntas de la vida, pero permite vivirlas de un modo distinto, con la certeza de un Dios cercano que camina junto a su pueblo. La verdadera alegría —subrayó— nace de sabernos amados, salvados y acompañados por Dios, aun en medio de la espera y la incertidumbre.
La celebración estuvo enriquecida por la segunda Comunión de niños de la comunidad, signo del camino de fe que continúa creciendo y madurando, y por la Confirmación de Abril, quien recibió el sacramento como expresión de una fe asumida libremente y fortalecida por el Espíritu Santo.
En su homilía, Mons. Martín destacó que estos gestos sacramentales son signos concretos de una comunidad viva, que anuncia el Evangelio no solo con palabras, sino con la perseverancia cotidiana, la paciencia y el compromiso de acompañar la fe de niños, jóvenes y adultos.
La visita pastoral fue ocasión para agradecer a la comunidad de Fray Marcos su testimonio y su capacidad de esperar con esperanza, reconociendo en la vida parroquial los signos de la presencia de Dios que sigue actuando en medio de su pueblo.
