"¿QUÉ LES ENTUSIASMA Y QUÉ NO LES GUSTA DE ESTA IGLESIA?"        Relación jóvenes y adultos en las comunidades

02.06.2025

"Tenemos que convertirnos" dijo el Obispo sobre las relaciones generacionales en un resurgimiento de la pastoral de jóvenes y adolescentes en la Iglesia uruguaya.

El Obispo Diocesano conversó con los jóvenes al final de la misión en La Cruz sobre sus modos de ver a la Iglesia. En un clima fraterno y cálido, los misioneros señalaron sus apreciaciones. 

Uno de los muchachos hizo énfasis en la relación con los adultos en las comunidades, donde muchas veces por "ruidosos", por el modo de vestir se los aleja. Mons. Martín señaló que "los espacios hay que ganarlos, hay que hacerlos y muchas veces, tenés razón, no se les lugar a los jóvenes en una comunidad. Los espacios más importantes son aquellos en que ustedes, los jóvenes, puedan decir lo que piensan y ser escuchados. No siempre creemos que ustedes nos puedan aportar cosas y también pasa este problema por ahí. Cuando tengan más experiencia van a pensar de otra manera decimos ¡y así trancamos todo! ¿Qué le vamos a hacer? Tenemos que convertirnos."

Pero más que por ruidosos, el Obispo aseguró que la presencia de los jóvenes nos cuestiona por qué hemos hecho las cosas "siempre así" o su modo de pensar nos lleva a cambiar, desde la perspectiva de los adultos. Al que recién llega no le vamos a dar la derecha para que cambie las cosas, "no se lo decimos así, pero lo pensamos".  

"No hay nada que no me guste, pero sobre todo me entusiasma el encuentro con los jóvenes que llena de esperanza a las comunidades", señaló una misionera. El Obispo respondió a este motivo de entusiasmo, enfatizando el diálogo, el encuentro, la escucha como forma de ser y hacer iglesia.

"A veces las comunidades no se abren a los que recién llegan", fue otra dimensión que a una joven le gustaría cambiar. Mons. Martín destacó que la apertura de las comunidades cristianas debe ser a todos, cualquiera sea el momento de su camino de fe y no cerrarse ante el proceso de quienes recién se acercan.

"Es necesario preguntarnos si somos comunidades acogedoras, que la gente que llega se sienta bien, dijo el Obispo, porque si no, no estamos haciendo las cosas como quiso Jesús."

Otra joven misionera dijo que le gusta el espíritu de comunión en la misión, que todos están unidos en la misión por amor a Dios y a la Iglesia, que aquí ella encontró un lugar junto con los otros. "Son el futuro y son el presente, testigos presentes" le contestó Mons. Martín. También dijo que está bueno reconocer lo que nos une y también las diferencias, aún aquellas que "nos rechinan" pero desde ellas construimos unidad. 


El grupo de 30 integrantes es acompañado por la Hermana Aldana y el P. Andrés de Familia de María. La religiosa destacó la autonomía del grupo en la organización de la misión. A las 13:30 hs del Domingo, sin haber almorzado, algunos padres esperaban aún por sus hijos. Faltaba una dinámica más, para tomar alguna decisión. Ni sueño ni hambre afectaron la alegría que comunicaban y la emoción de haber ido puerta a puerta a anunciar a Jesús.