EL OBISPO EN STA. TERESITA: AGRADECIMIENTO POR EL MINISTERIO DE P. PABLO,  BIENVENIDA AL P. LUIS

En las primeras vísperas del Domingo III de Cuaresma el Obispo Martín presidió la Eucaristía en la Parroquia Santa Teresita. Invitó a la comunidad a poner en el altar dos intenciones: agradecimiento por la vocación de P. Pablo en sus 22 años de ministerio y la bienvenida al P. Luis, que se incorporó al trabajo pastoral en el Prado Español y las Mendozas.

En la homilía el Obispo Martín señaló otro estilo de Jesús, no el de la paciencia y que "quizá queremos dejarlo de lado" al referirse a la expulsión de los mercaderes del Templo. El lugar de alabanza se había transformado en otra cosa, donde se abusaba de la fe de los pequeños: "era un jolgorio tal que se había perdido el sentido del Templo". 

Jesús bondadoso si, pero no por eso dejaba de decir las cosas en tono profético. Al señalar que en 3 días levantaría el Templo se adelantaba a lo que vendría, su pasión, muerte y resurrección de forma que el cuerpo de Cristo sea desde entonces el lugar de encuentro con Dios.

Si mi corazón es el sitio de la alabanza a Dios, el templo más sagrado ¿qué reacción tendría Jesús hoy al llegar a él? ¿qué purificaría? ¿qué expulsaría? Cuaresma es tiempo favorable para abrirnos a Jesús. "Abramos nuestro templo a Cristo, sin limitaciones. No sea que vengamos a Misa y luego durante la semana olvidemos nuestra misión de cristianos: encarnar a Jesús en nuestra vida cotidiana."