DISPUESTOS A LLEVAR EL AMOR DE JESÚS A DONDE SEA

28.07.2021

Desde Sarandí del Yí, una hermana nos lee esta sección de las Orientaciones. Escuchemos, leamos y animémonos a salir con el mensaje de Jesús a todas las personas con las que tratamos.

Apéndice: documentos de referencia para las líneas guía

I. (MARTYRÍA)

Con San Pablo VI queremos recordar que "las multitudes tienen derecho a conocer la riqueza del misterio de Cristo, dentro del cual creemos que toda la humanidad puede encontrar, con insospechada plenitud, todo lo que busca a tientas acerca de Dios, del hombre y de su destino, de la vida y de la muerte, de la verdad." (Evangelii Nuntiandi, 42).

Porque en Jesucristo está la salvación: "La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría." (Evangelii Gaudium, 1).

"Toda la evangelización está fundada sobre [la Palabra de Dios], escuchada, meditada, vivida, celebrada y testimoniada. Por lo tanto, hace falta formarse continuamente en la escucha de la Palabra. La Iglesia no evangeliza si no se deja continuamente evangelizar. Es indispensable que la Palabra de Dios «sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial» La Palabra de Dios escuchada y celebrada, sobre todo en la Eucaristía, alimenta y refuerza interiormente a los cristianos y los vuelve capaces de un auténtico testimonio evangélico en la vida cotidiana." (EG 174)

"Hoy que la Iglesia quiere vivir una profunda renovación misionera, hay una forma de predicación que nos compete a todos como tarea cotidiana. Se trata de llevar el Evangelio a las personas que cada uno trata, tanto a los más cercanos como a los desconocidos. Es la predicación informal que se puede realizar en medio de una conversación y también es la que realiza un misionero cuando visita un hogar. Ser discípulo es tener la disposición permanente de llevar a otros el amor de Jesús y eso se produce espontáneamente en cualquier lugar: en la calle, en la plaza, en el trabajo, en un camino." (E.G. 127)