MADRE DE LOS CREYENTES
Madre de los creyentes que siempre fuiste fiel, danos tu confianza, danos tu fe.
Pasaste por el mundo en medio de tinieblas, sufriendo a cada paso la noche de la fe; sintiendo todavía la espada del silencio, a oscuras padeciste el riesgo de creer.
La fe por el desierto a lomos de un asnillo; la fe cuando en las bodas, Jesús se hizo esperar; la fe cuando pensaron que el hijo estaba loco; la fe sobre el Calvario al borde de acabar.
Guardaste bajo llave las dudas y batallas,
formándose el misterio
al pie del corazón,
debajo de tu pecho de amor inagotable,
la historia se escribía
de nuestra redención.