MISA CRISMAL
¿Qué es?
Es la celebración presidida por el Obispo y concelebrada con los presbíteros de la diócesis en que se consagra el Santo Crisma y bendice los restantes óleos (aceites) de los catecúmenos y de los enfermos.
El rito de esta misa incluye la renovación de las promesas sacerdotales. Tras la homilía, el obispo invita a sus sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia. Juntos prometen solemnemente unirse más de cerca a Cristo, ser sus fieles ministros, enseñar y ofrecer el santo sacrificio en su nombre y conducir a otros a él.
Los óleos: los Sacramentos brotan de la Pascua
Los óleos consagrados en la Misa Crismal se utilizan en cuatro sacramentos y en la dedicación de las Iglesias. La Unción de los Enfermos viene de tiempos apostólicos como consigna la Carta de Santiago. Entre los siglos II y III se incorporó la unción al Bautismo y a la Confirmación. En la Edad Media se agregó a la Ordenación Sacerdotal.
"Todos estos momentos tienen un punto de convergencia y referencia: la Misa Crismal, que preside el Obispo el Jueves Santo o algún otro día previo, cercano a la Pascua. Esta Misa Crismal quiere expresar la unidad eclesial de la Diócesis en torno a su Obispo. Pero también quiere subrayar otro aspecto: los Sacramentos brotan de la Pascua. La Pascua quiere ser novedad cada año: todo empieza de nuevo. Por eso se consagran o se bendicen el crisma y los varios óleos, para la celebración sacramental de toda la Diócesis." (Aldazábal, José (1986) Gestos y símbolos II, Dossiers CPL 25, Barcelona)
Cristo, Crisma, Cristianos
La palabra crisma proviene de latín chrisma, que significa unción. El crisma es la materia sacramental con la cual son ungidos los nuevos bautizados, son signados los que reciben la confirmación y son ordenados los obispos y sacerdotes, entre otras funciones.
La consagración del crisma y la bendición de los otros dos aceites ha de ser considerada como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo.
Así pues el Santo Crisma, es decir, el óleo perfumado que representa al mismo Espíritu Santo, nos es dado junto con sus carismas el día de nuestro bautismo y de nuestra confirmación y en la ordenación de los sacerdotes y obispos.
El ungido y los ungidos
"En el Nuevo Testamento el auténtico "Ungido" es Jesús de Nazaret. El nombre que más se repite de él es el de "Cristo", que en griego significa "Ungido", al igual que "Mesías" en hebreo. El es el que ha recibido la misión más difícil, la de Mesías, y por eso recibe la Unción de lo alto, el Espíritu de Dios: "Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder" (Hch 10,38).
Pero también los creyentes reciben esta unción. Los que creen en Jesús son ungidos por el Espíritu, o sea, impregnados de sus dones de gracia, de verdad, de santidad, de fuerza.
Por eso, si Jesús es llamado "Ungido", sus seguidores también son llamados "ungidos", esto es cristianos." (Aldazábal, José (1986) Gestos y símbolos II, Dossiers CPL 25, Barcelona)