NO ES FÁCIL, PERO ES JESÚS QUIEN LO PIDE

21.02.2022

El Obispo Diocesano celebró ayer la Eucaristía del Domingo VII durante el año en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas. Este sábado la Hermana Paula realizará la profesión perpetua y desde ahora invitamos a acompañar con la oración a esta contemplativa que prepara su alma para dar un si definitivo y absoluto a la llamada de Jesús.

Compartimos un resumen de la homilía de Mons. Martín de la víspera:

Escuchar este Evangelio en un mundo lleno de violencia y odio nos hace parecer que el planteo de Jesús es una utopía. "Poner la otra mejilla"....No es fácil, nuestra primera reacción es la ley del Talión "ojo por ojo, diente por diente", se lo hacemos sentir al otro o esperamos el momento para reclamarle.

¿Cómo nos educamos contra la violencia? No somos indiferentes a ella y, de alguna manera, somos responsables por la violencia en el mundo.

No pagar con la misma moneda no es fácil, pero nos lo pide Jesús, no cualquiera, y sólo lo podemos entender desde la fe y con el amor que Él nos regala. Es Jesús quien lo indica, el Hijo de Dios y podemos seguir de largo o preguntarnos qué pretende Jesús con estas palabras contra la violencia y el odio en el mundo. Preguntémonos si nuestras acciones continúan o cortan la violencia.

Hay veces que el capítulo 6 del Evangelio de Lucas lo pasaríamos de largo, porque no estamos de acuerdo, no nos gusta, no nos parece fácil. Si hacemos esto nos empobrecemos y en lugar de entrar el Evangelio a nuestro corazón entra el demonio y nos va colonizando, instalando el odio, la venganza y el rencor que nos carcomen, envenenan el alma y el ambiente en que vivimos, las personas con las que tratamos. Por eso Jesús nos invita a tener una actitud diferente.

No nos pide sentimientos de afecto a quien nos agrede, sino que no seamos simétricos a la agresión. No significa callarnos ante la injusticia o quedarnos en un silencio cómodo y en definitiva cómplice. Poner la otra mejilla es mostrarle al violento su injusticia.

Hacer a los demás lo que queremos que nos hagan es una formulación positiva, no dice "no hagan" y desde aquí nos invita a controlar nuestras actitudes destempladas que tanto daño hacen a las personas con que tratamos. Respecto a nuestras relaciones Jesús nos invita a tener en cuenta la medida con la que medimos a los demás, que será la que se usará con nosotros, es un tirón de orejas, estemos atentos.

Pidamos por los que tienen el poder en el mundo para desencadenar la violencia o detenerla, pidamos apertura al Evangelio para nosotros y para la Iglesia.