SER CATOLICO EN URUGUAY ES UNA DECISIÓN

15.09.2020

SER CATÓLICO EN URUGUAY ES UNA DECISIÓN Y PUEDE PROVOCAR ALGUNA INCOMODIDAD

El P. Jaroslaw Tomaszweski es polaco y está en Uruguay desde 2013. Ha sido párroco en comunidades de la entonces Diócesis de Minas y desde este año se desempeña como formador del Seminario Mayor Interdiocesano.

Este año predicó el Retiro Espiritual para los sacerdotes de Florida y San José.

No tenía idea de Uruguay ni sabía hablar español, pero sentía que en algún momento de su vida sacerdotal sería misionero. Pensaba que sería en África, nunca se le había ocurrido que estaría en América Latina. Su primer contacto con nuestro país vino por un colega argentino, profesor en la misma Universidad, quien en una pausa de café le comentó sobre el Obispo Jaime Fuentes que estaría de visita "buscando sacerdotes para su Diócesis". De Uruguay hasta entonces sólo conocía a Diego Forlán, famoso en aquel tiempo. Mons. Fuentes consiguió seis sacerdotes que estuvieron en varias Diócesis: Montevideo, Canelones, Minas.

Reconoce que como misionero debió reaprender muchas cosas y ha sido más lo recibido que lo que ha dado "sin falsa humildad". La diferencia entre las culturas polaca y uruguaya son grandes. En Polonia la evangelización comenzó en 962 con el bautismo del Rey y desde entonces la fe ha sido privilegiada y respetada "al menos hasta ahora".

"Ser católico en Uruguay es una decisión, no solamente una cultura y muchas veces puede provocar cierta incomodidad." Siendo Párroco de Aiguá y habiendo celebrado el Miércoles de Cenizas, "un día de máxima penitencia para los católicos" el tablado frente a la Parroquia puso "música tecno hasta las 2 de la madrugada". En su país, a modo de ejemplo, la radio pública cambia a música más suave ese día. Así comprendió que ser católico en Uruguay era distinto a su cultura de origen. "Y eso está bueno".

Respecto al retiro espiritual que predicó para el clero de Florida y San José en la Casa de Retiros Jesús Buen Pastor entre el 7 y el 11 de setiembre se fijó dos orientaciones: dejar rezar, dar tiempo para estar con el Señor y un modo de orar antiquísimo en la Iglesia: la Lectio Divina. "El tiempo es duro para el estado clerical en la Iglesia pero volvamos a ser hombres de esperanza, hombres de espiritualidad, jóvenes en el espíritu."

"El uruguayo quiere comprender el depósito de la fe, en qué consiste ser cristiano. A pesar de mi pobre español, aprendido, en cada comunidad que he predicado mis hermanos me han escuchado con sed, con hambre." Además, dentro de las necesidades espirituales de nuestra cultura, el P. Jarek (así es como gusta que lo llamen), entiende que "el uruguayo quiere aprender a hablar con Dios, a leer el Evangelio, a crecer en la relación personal con Jesucristo. Estas dos tendencias me impactan."

Integra la llamada "Generación de Juan Pablo II". El Santo Pontífice marcó la vida de P. Jarek y de muchos polacos, al punto que hasta la elección de Benedicto XVI identificaba el papado con Juan Pablo II. "Testigo de la esperanza" es un capítulo de la biografía de este Papa y esta dimensión es la que más influyó en la gente. En tiempos difíciles (caída del comunismo, dictaduras, el atentado) Juan Pablo II comunicó que "siempre se puede salir".

Sobre la piedad mariana y la piedad popular afirma que "no nos hemos olvidado de la Virgen María, quizá algunos clérigos en los últimos 30, 40 años pusieron a María en un archivo de la memoria, pero el Pueblo de Dios no." Impresionado por las peregrinaciones al Verdún y devoto de la Virgen de los Treinta y Tres, reconoce que el Pueblo de Dios tiene un sentido de la fe que no olvida a la Virgen. Refiere al Papa Francisco, al afirmar que no se puede erradicar la piedad popular.  


El video completo de la entrevista está disponible en el Canal de Youtube de la Diócesis: 

https://youtu.be/WyajdY-2U3s