UN ESTILO DE VIDA CON BASE EN LA FRACCIÓN DEL PAN, LA ORACIÓN Y LA CARIDAD

17.04.2023

Celebramos el Domingo de la Misericordia en la Catedral de Florida, con actividades organizadas por la Familia de María. Personas de diferentes comunidades, consagradas y sacerdotes, y hasta religiosas de Burundi, participaron con fervor y alegría de la Eucaristía. Transcribimos la Homilía de Mons. Martín.

Después de la resurrección de Jesús, empieza a ocurrir una serie de cosas que van configurando a esa primera comunidad, que le van dando forma, le van dando un perfil a esa primera comunidad de discípulos de Jesús. Todo eso es actual, todo eso continúa en el tiempo hasta nosotros, porque también eso que fue configurando en ellos su ser discípulos de Jesús, lo sigue siendo hoy para nosotros.

La primera cosa que aparece en las lecturas de hoy es que los discípulos se reunían en la fracción del pan, algo que empezó a configurar a esa comunidad, se reunían a partir del pan. ¿Por qué? ¿Se acuerdan lo que le dijo Jesús en la última cena? ¿Qué le dijo? Muy bien, "hagan esto en memoria mía". Eso les quedó y tiene que quedar en nosotros muy grabado. Jesús nos pide que celebremos la cena en el tiempo y sigamos nosotros. No esporádicamente, como muchas veces solemos hacer los cristianos, sino que tiene que ser el centro de nuestra vida, la fracción del pan, donde ahí entramos en comunión con nosotros y con el Señor, donde ahí descubrimos la fuente de la solidaridad. Acuérdense ese gesto de Jesús en la última cena, hace poco lo vivimos, el juez, el santo, el lavatorio de los pies, donde en la última cena y ese gesto de servicio quedó impregnado y tiene que quedar impregnado en los cristianos, no podemos separar esto de una vida solidaria, fraterna, generosa, etc. La fracción del pan, la fracción del pan empezó a constituir a esa comunidad como el centro de su vida y tiene que ser también para nosotros centro de nuestra vida. La tenemos que volver a traer como centro de nuestra vida y no solamente en momentos puntuales de ella. La fracción del pan.

Después empezó a ocurrir una cosa muy característica de esa comunidad que era la manera de relacionarse, la manera de relacionarse con Dios, la manera de relacionarse con las cosas y entre ellos. La oración empezó a ser fundamental porque sabían de que Jesús estaba con ellos y caminaba con ellos y que podían dialogar con él y con el Padre. Y la oración se convirtió en un arma fundamental, por decirlo así, de esa comunidad donde podía dialogar, escuchar y volver a encontrarse con ese Dios. La fracción del pan, la oración, cosas que tienen que estar también en nuestra vida como algo muy metido en nuestro corazón, en el corazón de cristianos, en el corazón de aquellos que seguimos a Jesús como discípulos. 

La fracción del pan, la oración, la manera de relacionarnos entre nosotros, todo eso va configurando algo que es fundamental y que es nuestra fe, que es una manera de estar en el mundo, es un estilo de vida, es una manera de mirar la realidad, de mirar las cosas que nos rodean en el mundo, sus problemas, mirar, interpretarlos de una manera distinta, sufrir de una manera distinta, amar de una manera distinta, pensar de una manera distinta, todo eso va con nuestra fe, nuestra fe nos hace mirar y sentir y tener actitudes distintas en el mundo, y por eso tiene que ir creando, vivir la fe no es solamente creer una serie de doctrinas que tenemos que cumplir y si no estamos afuera o adentro de la iglesia o lo que sea, todas esas cosas, nuestra fe es una manera de estar en el mundo, es un estilo de vida, nuestro estilo de vida tiene que ser un estilo cristiano, con todas estas características que fueron configurando a una comunidad desde sus principios, tienen que ser las cosas que también marquen nuestra vida y nuestro perfil.

Hoy estamos, también este domingo, por eso estamos acá de esta manera celebrando, es también el Domingo de la Misericordia, y también es una característica fundamental en los discípulos de Jesús, sean misericordiosos como el Padre dice a ustedes, Jesús es misericordioso, revístanse, dice el apóstol, revístanse de Cristo, revístanse de misericordia, porque ustedes tienen que ser misericordia y bondad y amor para los demás, por lo tanto nosotros tenemos que revelar a este Dios con nuestra vida, este Dios misericordioso, el Dios de Jesús, no a cualquier Dios, cuál es el Dios en el cual creemos, es importante preguntarse porque el Dios en el cual creemos es el Dios que vamos a transmitir, si creemos en el Dios de Jesús, el que nos reveló Él y decimos Dios es misericordia, nuestra vida tiene que ser misericordiosa, Él nos ama indudablemente y lo recibimos y abrimos nuestro corazón a su misericordia porque necesitamos su perdón, sí, pero también esa misericordia tiene que ser vista a nuestro alrededor por los demás y nuestra vida tiene que ser misericordiosa con los que sufren, con los pecadores, con aquellos que están alejados, con aquellos que están más lejos, con aquellos que no, comparten nuestra fe, nuestra manera de sentir y de ver el mundo, también tenemos que acompañar al mundo en su camino. 

Así que simplemente pedirle en este domingo al Señor resucitado, este Señor que camina con nosotros y que lo sabemos, amándonos permanentemente, que siga acompañando nuestra vida, la vida de cada uno de nosotros, de nuestra familia, la vida de nuestras comunidades, para que sean testigos fieles de este amor que él nos tiene, y que cada uno de nosotros pueda vivir esta Pascua con los frutos que esta Pascua da, abierto nuestro corazón, pero volvemos al pedido de siempre, acuérdense que la fracción del pan, así como fue fundamental en la vida de los discípulos, y acudían asiduamente a ella, no dejemos que esto sea solamente para momentos esporádicos de nuestra vida, o cuando me acuerdo, cuando tengo tiempo, sino que se convierte en una característica de las comunidades cristianas, de cada uno de nosotros, reunirnos, a entrar en comunión con nosotros, con Dios, a escuchar su palabra, a recibirlo, para ser mejores cristianos, es para eso que se quedó con nosotros aquí en la Eucaristía.

Digamos entonces esta fiesta de hoy con toda nuestra fuerza, y que reciban cada uno de ustedes muchas bendiciones en este día.