MES DE LA PALABRA DE DIOS


CARTA APOSTÓLICA DEL PAPA FRANCISCO EN EL XVI CENTENARIO DE LA MUERTE DE SAN JERÓNIMO


Compartimos la Carta Apostólica del Santo Padre en la culminación del MES DE LA PALABRA DE DIOS.


Una estima por la Sagrada Escritura, un amor vivo y suave por la Palabra de Dios escrita es la herencia que san Jerónimo ha dejado a la Iglesia a través de su vida y sus obras. Las expresiones, tomadas de la memoria litúrgica del santo[1], nos ofrecen una clave de lectura indispensable para conocer, en el XVI centenario de su muerte, su admirable figura en la historia de la Iglesia y su gran amor por Cristo. Este amor se extiende, como un río en muchos cauces, a través de su obra de incansable estudioso, traductor, exegeta, profundo conocedor y apasionado divulgador de la Sagrada Escritura; fino intérprete de los textos bíblicos; ardiente y en ocasiones impetuoso defensor de la verdad cristiana; ascético y eremita intransigente, además de experto guía espiritual, en su generosidad y ternura. Hoy, mil seiscientos años después, su figura sigue siendo de gran actualidad para nosotros, cristianos del siglo XXI.  LEER MÁS: CLICK EN EL BOTÓN


DIÁCONO MARIO CARDOZO: LA PALABRA DE DIOS POR LOS BARRIOS DE SARANDÍ GRANDE

23 de setiembre, 2020

Mario Cardozo es nuestro diácono desde el 12 de diciembre de 1992. Es el primer diácono permanente de la Diócesis. En este encuentro con el Grupo de Pastoral de la Comunicación, nos relata su vocación, su ingreso de niño y egreso de joven del Seminario, el impacto del Concilio Vaticano II, el rol de Mons. Barrera, el Obispo Humberto Tonna, Pietro Gullo, David Diharce y Mons. Scarrone. La lectura de libros, la participación en cursos bíblicos en Montevideo, la Teología a distancia, lo prepararon para compartir en comunidades por los barrios de su ciudad la Palabra de Dios. 



EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS NOSOTROS ENCONTRAMOS LA PERSONA DE JESÚS


El P. César Buitrago, Párroco del Santuario Nacional de la Virgen de los Treinta y Tres, es Doctor en Sagrada Escritura, Vicario General y Responsable de la Animación Bíblica en Florida y Durazno.
En este video nos recuerda que es la primera vez que se utiliza la denominación MES DE LA PALABRA DE DIOS en lugar de Mes de la Biblia, como ocurría hasta este año.  



La Biblia contiene 73 libros y es para nosotros la Sagrada Escritura. El cambio a PALABRA DE DIOS es significativo y dice de "nosotros que somos la religión de una persona viva, la persona de Jesucristo. No somos la religión de un libro, más allá de que la Biblia lo sea y es el libro más importante."

La Palabra de Dios precede al libro, está antes que el libro. Es un Dios que se manifiesta en una comunidad, en un pueblo y se comunicaba esta manifestación de forma oral. Luego vino el libro, la escritura. A su vez, la Palabra de Dios excede al libro, "no queda encerrada en el libro. Nosotros leemos la Palabra siempre buscando entrar en comunión con la persona de Jesús".

"Los católicos nos acercamos a cualquier libro de la Biblia siempre en clave cristocéntrica, porque la persona de Jesús es el centro de la Escritura" afirmó el P. César. Agregó que el cambio de nombre tiene valor teológico, porque pasamos de ver la Biblia como literatura para centrar nuestra reflexión en la persona de Jesús. Sin esta centralidad cristológica podemos leer la Biblia y quedar más o menos como antes. Por esta razón nos anima a leer especialmente este mes algún libro de la Biblia en clave de encuentro con la persona de Jesús y así experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas.





PARA PROFUNDIZAR


"Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. la santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia. Pero en la redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería.

Pues, como todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman, debe tenerse como afirmado por el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra salvación. Así, pues, "toda la Escritura es divinamente inspirada y útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y equipado para toda obra buena" (2 Tim., 3,16-17)." CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA "DEI VERBUM" 11.