SANTOS INOCENTES
De los Sermones de san Quodvuldeo, obispo
(Sermón 2, Sobre el Símbolo: PL 40, 655)
De los Sermones de san Quodvuldeo, obispo
(Sermón 2, Sobre el Símbolo: PL 40, 655)
De los Tratados de san Agustín, obispo, sobre la primera carta de san Juan
Mons. Martín presidió la Misa de Nochebuena en la Catedral acompañado del P. César. Al inicio de la Eucaristía invitó a todos los niños a recibir al Niño Jesús, simbolizado en una pequeña imagen. El mensaje central de la homilía nos invita a caminar con Jesús, a seguirlo con compromiso, ya que vino al mundo para estar con nosotros,...
En su mensaje, el Papa dijo que estamos viviendo una grave carestía de paz: Ucrania, Siria, Israel, Palestina, Haití y Líbano, algunos escenarios "de esta tercera guerra mundial". Recordó que toda guerra provoca hambre y usa la comida misma como arma, impidiendo su distribución a los pueblos que ya están sufriendo. Un pensamiento a los migrantes y...
Jesús, Señor nuestro, ven pronto, no tardes más, para que se reanimen con tu venida los que confían en tu amor. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.
Oh Rey de las naciones y deseado de los pueblos, piedra angular de la Iglesia que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.
Oh llave de David y cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombras de muerte.
La virtud teologal de la caridad fue el tema de la III Predicación de Adviento del Cardenal Raniero Cantalamessa. Lo que debemos hacer, ante todo, en Navidad, es creer en el amor de Dios por nosotros - dijo. El acto de caridad tradicional, al menos en el rezo privado y personal, a veces no debería comenzar con las palabras: "Dios...
Oh renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más.